La iglesia de Santo Stefano, conocida como las siete iglesias, es una de las más famosas y visitadas de la ciudad, pero es probable que no todos sepan que este edificio está en el centro de un área que es una indicación real de los lugares sagrados de la ciudad. Jerusalén, nacida para reproducir y celebrar los puntos principales de la Pasión en Bolonia: con esta intención nació la Sancta Jerusalem Bononiensis, que se desarrolla a partir de la fascinante plaza que se abre a lo largo de Via Santo Stefano justo en frente de la basílica.
La idea se atribuye a San Petronio, quien construyó la iglesia original (Santo Sepolcro) durante su obispado en Bolonia en el siglo quinto. De hecho, después de completar la peregrinación a Tierra Santa, Petronio quería reproducir un itinerario que pudiera dar a los boloñeses la oportunidad de recorrer las etapas del Calvario de Cristo sin tener que enfrentar el largo y peligroso viaje a Jerusalén.
La intención ciertamente no era evitar la peregrinación, que seguía siendo la única posibilidad de expiación y testimonio de fe, de acuerdo con el sentimiento de aquellos tiempos, sino que quería crear una especie de Jerusalén votiva a miles de kilómetros del lugar real. .
Aquí, entonces, que a través de Vicolo Gerusalemme (lateral de Strada Maggiore) llegamos a la iglesia que hasta hace unos años también albergaba los restos de Petronio, llamado precisamente Santo Sepulcro, y más tarde conocido comúnmente en el siglo XIV con el nombre de Santa Jerusalén, de hecho.
Continuando más allá, cruzando Via Santo Stefano, llamado así en homenaje al primer mártir cristiano, comenzamos a lo largo del ascenso de San Giovanni in Monte, donde antes de la iglesia actual había una pequeña capilla que recordaba el Templo de la Abstracción de Jesús en el Monte de Aceitunas en Jerusalén, donde según la tradición evangélica, Getsemaní se levantó, el lugar donde Jesús se retiró antes de su terrible experiencia y su fin terrenal.
Con el paso de los siglos, como el complejo original buscado por Petronio se integró con otros edificios hasta que se convirtieron en las siete iglesias, el recuerdo popular de esta Tierra Santa en Bolonia también se perdió, pero todavía está presente en la toponimia. de algunas maneras: recordar una época y una forma de pensar que han contribuido mucho a hacer la grandeza de nuestra ciudad.